Revista Orígenes: monumental e indestructible
En 1944, surgía en La Habana lo que posteriormente sería un paradigma de la cultura insular: el grupo y Revista Orígenes, encabezado por el poeta José Lezama Lima (1910-1976), y conformado, bajo los preceptos de la amistad y el diálogo espiritual, por varios intelectuales de su tiempo, quienes asumieron la mejor concreción del espíritu moderno.

Antecedentes
A Orígenes le antecedieron Verbum (1937), Espuela de Plata (1939-1941), Clavileño (1941-1943), Nadie Parecía (1942-1944), Poeta (1942-1943); para finalmente derivar, en 1944, en esta revista igualmente alentada por el Padre Ángel Gaztelu (1914-2003), quien facilitó el recurrente encuentro de aquellos intelectuales.
La revista estaba co-dirigida por el promotor cultural, traductor, periodista, editor y crítico literario José Rodríguez Feo (1920-1993). La revista “materializó un espíritu poético que redimensionó la realidad cubana”. No sólo fue un espacio para cultivar y publicar de poesía, sino fue tribuna de ella, el cuerpo que expresó el espíritu devenido forma expresa de una nacionalidad defendida a toda costa.

Fue esa reunión de talentos, de espiritualidades tan grandes como divergentes, la que ocasionó, con sus respectivas obras literarias (poesía, narrativa, crítica literaria, artística, estética y filosófica) una gran conmoción cultural. Por sus aportes y por la indiscutible calidad de sus textos, así como por la concreción de un espíritu poético; durante sus doce años de existencia, la Revista Orígenes devino emblema revolucionario de la cultura insular en aquellos años.
La revista por dentro
Con el subtítulo de Revista de Arte y Literatura, se publicaba cada tres meses. Los números se identificaban con la estaciones del año; de esta manera, el primer ejemplar publicado corresponde a la primavera del año 1944, el siguiente al verano, el próximo al otoño y el último al invierno, y así sucesivamente. A partir del número 25 comenzó a aparecer con el número y el año, sin señalar mes o estación.

Fungían como sus editores José Lezama Lima, Mariano Rodríguez, Alfredo Lozano y José Rodríguez Feo. Entre los números 6 y 34 fueron sus editores José Lezama Lima y José Rodríguez Feo y un consejo de colaboración formado por Eliseo Diego, Fina García Marruz, Ángel Gaztelu, Julián Orbón, Octavio Smith y Cintio Vitier.

Orígenes fue una publicación de reconocido mérito literario y artístico. A su alrededor nucleó a un destacado grupo de intelectuales cubanos preocupados por inquietudes estéticas semejantes. Publicó solamente materiales inéditos, tanto colaboraciones como traducciones, en ambos casos de destacados autores cubanos y extranjeros. En sus páginas aparecieron cuentos, poemas, crítica teatral y literaria, trabajos sobre artes plásticas en especial sobre pintura, de estética, filosofía del arte y música. Dio a conocer las últimas corrientes literarias europeas.
En su sección Notas se comentaban las últimas publicaciones y se reflejaba el movimiento cultural, tanto cubano como extranjero. Colaboraron en sus páginas, además de sus editores y el ya mencionado comité de colaboración, Alejo Carpentier, Roberto Fernández Retamar, Fayad Jamís, Samuel Feijóo, Lydia Cabrera, Aldo Menéndez, Pedro de Oraá, Virgilio Piñera, Pablo Armando Fernández entre otros muchos.
Según afirmaba Lezama Lima, el proyecto origenista era “un rasguño en la piedra”. Se trataba de una organización verdadera, de un ente que, por tener raíces de grandes profundidades sociales, históricas y culturales, no dependía de los cambiazos, en una época caracterizada por la banalidad republicana donde la consonancia de una política regida por doctrinas impuestas por corruptos gobernantes, constreñía los horizontes de cualquier tipo de valoración cultural que se revelara en la isla.
Aquel conjunto de intelectuales expresaba su desacuerdo ante la opresión social. Mediante esa conducta contestataria, Orígenes devino propugnador de un novel propósito empeñado en profundizar en los gérmenes de la cultura nacional, partiendo de la impugnación abierta a todo aquello que epidermizara la cultura. Para sus integrantes, la idea central de su acción emergía de una visión teleológica y trascendental, en la que, ante todo, se enaltecía el sentido de “lo cubano”, apreciado desde los planos más profundos, es decir, los más recónditos y esenciales de la realidad. Esos conceptos sirvieron de estandarte en la lucha por la emancipación plena del hombre, ahondando en su ser individual y participativo, para llegar a las entraña y raíces de sus formas de decir y actuar.
Según el filósofo y ensayista español, José Ortega y Gasset exponente principal de la teoría del perspectivismo y de la razón vital: «Orígenes constituyó la búsqueda de la esencialidad y del afianzamiento del hombre«.
Otro valioso aporte de los origeneístas, fue su cuidadoso escudriñamiento en la variopinta arquitectura de la nacionalidad cubana, a través de disimiles textos que de alguna manera contribuyeron a establecer una posición estrechamente vinculada con el latinoamericanismo, en concordancia con el ideario martiano en el que se insta a comprender a Nuestra América como un solo cosmos, una Patria grande, desde el Río Bravo hasta La Patagonia, en tanto integrar a la isla al vasto universo de la cultura mundial.
En tal sentido, la propia presentación de Orígenes afirmaba: “Queremos situarnos cerca de aquellas fuerzas de creación, de todo fuerte nacimiento, donde hay que ir a buscar la pureza o impureza, la cualidad o descalificación de todo arte (…) nos interesan fundamentalmente aquellos momentos de creación en los que el germen se convierte en criatura y lo desconocido va siendo poseído en la medida en que esto es posible y en lo que no engendra una desdichada arrogancia.”
Durante su existencia, Orígenes no tuvo un explícito carácter polémico; sin embargo son conocidos sus espinosos debates en defensa de determinadas tesis y planteamientos de sus autores en algunos escritos, sobre todo aquellos que enfrentaron valientemente la desvergüenza y la corrupción de los mandatarios de la época y sus principales seguidores, además de la mediocridad, a veces humillante, del ambiente cultural que era alimentado por los poderosos oligarcas con el principal fin de entretener a la rancia burguesía cubana.
Entre los colaboradores extranjeros destacaron los españoles Juan Ramón Jiménez y Luis Cernuda, el martiniqueño Aimé Césaire, los franceses Paul Valéry, Vicente Aleixandre, Paul Éluard, Louis Aragon y Albert Camus. Los mexicanos Carlos Fuentes, Efraín Huerta y Octavio Paz, así como la premio Nobel de Literatura; la chilena Gabriela Mistral.
Destacados pintores cubanos como Amelia Peláez, Wilfredo Lam, René Portocarrero y Carmelo González colaboraron con sus grabados, cuadros, viñetas, etcétera. Paralelamente a esta publicación periódica aparecieron las Ediciones Orígenes, en las que se publicó gran parte de la obra literaria de los que se agruparon en torno a esta revista.
En 1956, tras la publicación de 42 números, con portadas en cada una de sus ediciones que fueron ilustradas por grandes artistas cubanos, además de los 23 libros que vieron la luz bajo su sello editorial, así como los numerosos programas culturales que alentó y defendió dentro de una ferviente unidad de trabajo, la Revista Orígenes lamentablemente llegó a su fin debido a absurdas disputas entre sus dos directores, Lezama Lima y Rodríguez Feo.
Para muchos, el pleito entre Lezama y Rodríguez Feo fue superfluo, aunque provocó repercusiones entre la intelectualidad cubana y de Hispanoamérica. Tras la discordia entre ambos intelectuales se editaron dos revistas con el mismo nombre, Orígenes, una de ellas dirigida por Lezama, quien se valió para ello de un Consejo de colaboración integrado por algunas de las figuras cubanas más notables de esa época, y la otra, creada por Rodríguez Feo, con otro Comité de Colaboración integrado por escritores extranjeros.
Legado
Con la mirada en el pasado y sobre la base del necesario e ineludible enriquecimiento de nuestra identidad, la obra del grupo y Revista Orígenes se erige en una monumental e indestructible herencia de los cubanos, joya que constituye un importante instrumento cultural a tener en cuenta en esta época de crecientes avances científico técnicos, pero también de glovalización y perdida de la identidad nacional.
Las propuestas de estos poetas y pensadores poseen un extraordinario significado en la medida en que inducen a indagar más adentro de nosotros en busca de nuestros valores y nuestra herencia, confiando en nuestro talento y capacidad.
Orígenes es un fenómeno cultural en torno al que hay mucho qué estudiar y difundir aún, para mostrar a las nuevas generaciones este maravilloso ejemplo de esplendor de cubanía.
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