Esteban José Boloña: cuarenta años como impresor
El joven tipógrafo Esteban José Boloña (1743-1817) no sospechó que su apellido nombraría una de las editoriales cubanas más prestigiosas de los últimos veinte años en nuestro país.
Todo parece indicar que en su adolescencia, Esteban José trabajó como aprendiz y operario en la Imprenta del Cómputo Eclesiástico y que posteriormente fue su regente. En 1776, con 23 años, compra su imprenta al naviero Manuel Azpeitia y pide licencia al Cabildo para abrir su establecimiento, del que salieron a partir de 1780 importantes volúmenes. Es nombrado impresor de Hacienda en 1780, y de Marina (por el Jefe de Escuadra de la Real Armada) en 1785.
En su taller ve la luz la primera obra conocida sobre la historia de Cuba: Teatro histórico, jurídico, y político militar de la Isla Fernandina de Cuba y principalmente de su capital La Havana (sólo se publicó la primera parte), escrita por el abogado e historiador habanero Ignacio José de Urrutia y Montoya. También publica la tercera y cuarta de las instrucciones de Filosofía ecléctica, para uso de la juventud, del padre Félix Varela.
En 1797 edita dos notables folletos sobre el cultivo de las abejas: Memoria sobre la cría de abejas y cultivo de la cera, escrito por el bachiller Eugenio de la Plaza y Discurso sobre los obstáculos que han impedido progresen las colmenas en la Isla de Cuba y los medios para fomentarla, del doctor Tomás Romay, quien publicó también, en 1806, su discurso Sobre las sepulturas fuera de los pueblos. También en 1797 publica un curioso «catecismo»: Explicación de la doctrina cristiana acomodada a la capacidad de los negros bozales, dirigido a los sacerdotes de ingenio y bajo la firma del presbítero Antonio Duque de Estrada, encaminado a conocer el lenguaje de los esclavos y como hacerse entender por ellos.
Su imprenta es utilizada nuevamente para imprimir textos que promueven el desarrollo socioeconómico del país. Tales son los casos de Oración inaugural en elogio de la Cirugía, de la autoría del cirujano Francisco Javier Córdova y Memoria sobre los medios que podrían adoptarse para fomentar las haciendas en orden al ganado vacuno y caballar, folleto de Juan Antonio Morejón, ambos en 1800. Estos folletos eran patrocinados a su vez por la Sociedad Económica de Amigos del país.
Tras la invasión Napoleónica a España en 1808, realizó trabajos para distintas dependencias oficiales por valor de 1.800 pesos sin cobrar una sola peseta. Donó al erario público 16. 000 reales de plata renunciando a cobrar el tercio de la suma que le adeudaba la Marina. Además contribuyó al avitalluamiento de las tropas con cuarenta pares de zapatos y varias libras de hila para vendajes. Su fervor a la corona era de sobra conocido.
Colaboró con la imprenta de la Cura Eclesiástica imprimiendo algunas obras en latín, también imprimió importantes textos de carácter científico. En 1812 edita el Filarmónico Mensual o cartilla para aprender con facilidad el arte de la música; primera publicación periódica consagrada a la música en Cuba. En ese mismo año es designado Impresor de la Lotería Nacional (billetes, carteles de anuncios, las lista de premios) y también comenzó a prestar servicios en la Renta de Tabacos. Un dato curioso suministrado por su hijo, José Severino, continuador de su legado como impresor, fue la fabricación por el propio Esteban José del barniz de sus tintas, que otros impresores compraban en el extranjero. El 5 de diciembre de 1815 es citado al Palacio de del Capitán General y es investido con el título de Impresor de Cámara por su Majestad.
Fallece en La Habana en 1817 a los 74 años, después de cuarenta años al frente de su imprenta.
Ver Artículo «Boloña Jr.»