El primer impresor de la Villa de Santiago de Cuba

Es el impresor español Matías Alqueza el primero en introducir la imprenta en la Villa de Santiago de Cuba, en el oriente del país.

Matías Alqueza (se desconoce la fecha de su nacimiento, solo se sabe que llegó a Santiago de Cuba en la segunda mitad del siglo XVIII) solicita el 22 de febrero de 1792 al gobernador de la Villa, Juan Bautista Vaillant, autorización para establecer una imprenta en esa ciudad. Dicha solicitud es remitida al Capitán General de la Isla de Cuba Luis de Las Casas, publicando mientras tanto el sermón del presbítero Félix Fernández Veranes, primera obra impresa realizada en la Villa de Santiago de Cuba.

Tras la institucionalización (por Real Cédula el 20 de junio de 1793) de un taller tipográfico en Santiago de Cuba, publica en ese mismo año la obra Letra de los Villancicos que se han de cantar en la Santa Yglesia Cathedral de Cuba-Dispuesto por el presbítero maestro de capilla Esteban Salas (1725-1823).

Bajo la dirección del propio Salas, integra la agrupación musical de la Catedral de Santiago (como cellista), ya que conocía cinco instrumentos musicales y tenía dotes para el canto. Posteriormente imprime obras del maestro de música español Juan París, quien sucede a Esteban Salas como maestro en la Catedral de Santiago, con cuya orquesta tocó fagot y trompa. En 1795 funda una capilla de música en la iglesia de Santa Lucía, en Santiago de Cuba

Por muchos años fue el único impresor de la ciudad. Su taller publicó en 1805, 1811 y 1813 los periódicos: El Amigo de los Cubanos, que tuvo el mérito de ser el primer periódico de la ciudad. Posteriormente puso en circulación: El Eco Cubense, La Voz de la Razón, Ramillete de Cuba y Miscelánea de Cuba. Ocupó el cargo de impresor en el Seminario de San Basilio el Magno hasta 1817, año en que se retira.

Fallece en la ciudad que lo acogió el 8 de enero de 1819.