El Mundo, primer periódico moderno de Cuba
El 11 de abril de 1901 comenzaba a circular en la capital el periódico El Mundo, uno de los más antiguos e importantes de Cuba. Durante sus casi sesenta y ocho años de existencia se sometió a redefiniciones sucesivas, en correspondencia con los cambios sociales y políticos del país, y a la gestión de sus propietarios para hacerlo cada vez más rentable.

Orígenes
El Mundo nació como representación oficial del Partido Nacional Cubano (PNC), bajo la dirección de sus propietarios, el periodista José Manuel Govín y Gregorio de Tejada. José Manuel había concebido la idea de fundar el periódico, pero como no contaba con suficientes recursos, acudió a su primo Rafael Govín, que residía en Nueva York. Se imprimió por vez primera en la imprenta de “La Propaganda Literaria”, en Zulueta No. 28, donde se instaló también su primera dirección y redacción.
Durante el período en que fungió como órgano oficial del PNC, contó con prestigiosos redactores-reporteros de la talla de Manuel Márquez Sterling, Álvaro Iglesia y Luís Carbó. Fue el primer periódico cubano en enviar un corresponsal al extranjero (Márquez Sterling), como parte del grupo de miembros de la Asamblea Constituyente de 1901 que viajó a Estados Unidos para discutir con el presidente Mc Kinley la Enmienda Platt.
El periódico expuso sus críticas contra la imposición de la Enmienda Platt, que han quedado en la historia cubana en artículos como Virtud doméstica contra injerencia extranjera, de Márquez Sterling.
El 20 de mayo de 1904, el periódico comenzó a publicar, con gran éxito, un suplemento cultural dominical llamado El Mundo Ilustrado -con numeración seriada independiente de la del periódico, excelente papel y profusamente ilustrado- que abordaba hechos y sucesos de actualidad, tanto nacional como extranjera.
En septiembre de 1906, José Manuel Govín cede la propiedad del periódico a su primo Rafael Govín. Sin embargo, en 1913 Rafael lo revende a “El Mundo SA”, propiedad de José Manuel, que además es nombrado como director. A partir de ese momento, la publicación dejó atrás el espíritu de órgano político, para acompasarse al gusto de la época.
Al principio solo tenía cuatro planas a cuatro columnas. Pero, pocos años más tarde, alcanzó cuarenta y cuatro páginas a ocho columnas. Fue pionero en introducir el grabado como elemento gráfico complementario, y en la presentación de anuncios a colores en la prensa diaria. En él se organizó la Prensa Unida de Cuba, incipiente agencia de noticias de factura nacional.
Etapa republicana
Dado su carácter populista a la hora de informar al lector medio, pronto recibió el calificativo de «El periódico de los hogares cubanos». Posteriormente proyectaría un discurso que abogaba por la identidad y la unidad nacional; con posiciones políticas críticas, aunque moderadas.
El 31 de octubre de 1922, la empresa editora de “El Mundo S. A.” dió licencia a José Manuel Govin, por motivo de enfermedad; asumiendo Antonio González Mora el cargo de director-administrador. En 1926, Alberto Madam asume la dirección del periódico. Sin embargo, estuvo apenas unos meses en el cargo, pues falleció el 14 de noviembre de ese mismo año, pasando el periódico a la propiedad de Rafael R. Govín Jr.
El nuevo propietario mantuvo a Antonio González Mora en el cargo, hasta que éste renunció en abril de 1928. Entonces asume la dirección Ricardo Lancis y Enrique Moreno la administración, mientras quedaba como apoderado general Rafael Govín Jr. Ante la renuncia del director Lancís en 1930, asume el cargo el doctor Germán Wolter del Río, considerado una autoridad hacendística y jurídica de la época.
Durante la dictadura de Gerardo Machado, «el periódico de los hogares cubanos» comenzó a manifestarse en contra del gobierno, y publicó los testimonios de quienes presenciaron el asesinato del joven Rafael Trejo. Por esa actitud irreverente, las autoridades lo clausuraron el 8 de enero de 1931.
El día 30 del mismo mes apareció nuevamente, pero con el nombre de Ahora y bajo la dirección de Guillermo Martínez Márquez.
El 12 de agosto de 1933 vuelve a salir al público, nuevamente con el nombre de El Mundo. Después de una pequeña interrupción por una huelga general, continuó brindando un discurso de centro izquierda, con reiterados llamados al consenso nacional en las etapas más convulsas del siglo XX.
Rafael Govin, Jr. desaparece de la dirección del diario en 1934, sustituido por M. M. Govín como presidente provisional de la empresa y apoderado general. En esta etapa desempeñaron, con un título u otro; funciones efectivas de director de El Mundo, Víctor Bilbao, Guillermo de Piña y Arturo Alfonso Roselló.
A partir del 14 de abril de 1935, y durante un mes, estuvo clausurado por decreto de los generales Fulgencio Batista y Eleuterio Pedraza.
Pedro Cué y Arturo García Ruiz se hicieron cargo de la dirección El Mundo en febrero de 1939, y realizaron inversiones para su actualización tecnológica. Pero el equipo se rompió posteriormente y Cué quedó como representante de los intereses de la familia Govín y los créditos del National City Bank. En esta ocasión asumieron funciones de dirección técnica, Arturo Alfonso Roselló y Luis G. Wangüemert.
En 1949, el periódico se vendió a una nueva empresa, la Compañía Editorial El Mundo SA, propiedad de Amadeo Barletta (vinculado a la mafia norteamericana), Elíseo Guzmán, José M. Martínez Zaldo y Luis Botifoll. Al fallecer el señor Guzmán, la sociedad quedó reducida a los restantes.
En 1950 el presidente de la República, Carlos Prío Socarrás, adquirió la mayoría de las acciones del periódico, convirtiéndose en su principal propietario. Hasta 1955, Prío fue socio mayoritario de El Mundo, pero sin controlar el periódico, pues Barletta (que le seguía en número de acciones) cambió la línea oposicionista de El Mundo y excluyó a Prío de su propiedad.
Así, Barletta se apareció el 2 de enero de 1954 escoltado por un grupo armado, varió un artículo, reimprimió la edición y destituyó a Botifoll en un incidente de corte gansteril que constituyó un escándalo nacional. Después de este asalto, Barletta forzó Prío y a Botifoll a vender; y se convirtió en dueño casi absoluto de la empresa con el 90 % de las acciones.
En la década de los 50, El Mundo estaba considerado entre los tres diarios de mayor circulación del país, junto al Diario de la Marina, y a Información.
Tras el triunfo de la Revolución
El Mundo no estableció un enfrentamiento ideológico con el Gobierno Revolucionario y mantuvo su postura a favor de la unidad nacional. Durante los primeros años fueron sus directores Raoul Alfonso Goncé y Leví Marrero, los que abandonaron sucesivamente el país. En 1961, el Colegio Nacional de Periodistas designaría al prestigioso periodista Luis Gómez Wangüemert (1901-1980) como director. Por espacio de diez años, se mantuvo como el principal medio de prensa enfocado en los temas internacionales.

Entre 1968 y 1969 funcionaría además como escuela taller de periodismo para los estudiantes de la Universidad de La Habana.
En la noche del 19 de febrero de 1969 un gran incendio destruyó su sede de Virtudes 257. En el siniestro, además del inmueble, se perdió la biblioteca, que contenía los archivos del periódico, la colección completa de sus números y de la revista El Fígaro, unas 300.000 fotografías y 100.000 grabados. Del fuego sólo se salvaron el almacén y la imprenta.
El periódico continuó circulando desde el día posterior al incendio hasta el 5 de abril de 1969; en el que anunciaba: “El Mundo se integra a las filas de Granma” .
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